Érase una vez, en algún lugar del Este un gran Emperador justo con su pueblo, pero poderoso para aquellos que elegían el camino del crimen. Los líderes de las tríadas eran suficientemente perversos y buscaron la mejor ocasión para acabar con el Emperador. Un traidor introdujo un potente veneno en la casa del Emperador. Al Emperador, gravemente enfermo, sólo le quedaban unos días. Su hija, aykuri, luchadora y valiente, juró encontrar una cura: Tenía que encontrar los seis reactivos ubicados a lo largo del juego. Mueves y saltas con las
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