Cosas de madre
n niño que era ciego Quiso por pura curiosidad Saber cómo eran las manos de su madre Y cómo veían sus ojos la claridad.
Mis manos son suaves como algodones Que nunca se cansan de trabajar Son manos habilidosas y tiernas Aunque nunca te lleguen a acariciar.
Mis ojos son del color de la miel Que miran al mundo a través de un cristal Y pueden distinguir mirándolo todo Las cosas del bien y las del mal.
El niño ciego sonreía Por la respuesta de su mamá Y la madre, manca y ciega, Por sus cuencas vacías no pudo llorar.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
07-02-2010
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