Abonando
jalá mi cuerpo sirva de abono Y tenga las propiedades que la tierra exige Para que broten flores en retoños Cuando la fértil tierra me cobije.
Que dulces fragancias adornen el ambiente, Que sequen lágrimas, y alejen dolores Que un frío cuerpo que ya ni siente Se vea homenajeado por las flores.
Que múltiples colores en policromía Hagan agradable la visita al campo santo Para que todo el que llegue a mi tumba fría Cambie su semblante, olvidando el llanto.
Quiero ser abono cuando muera Para fertilizar la capa vegetal, Para convertir mi tumba, en primavera Y alejarme a sí de lo mortal…
Déjenme, para ver si hago florecer Allí donde reposen mis cansados restos, Así mis generaciones podrán ver Las póstumas flores de un ancestro.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
25/01/2010
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