Luna plateada
na luz palidece en el cielo nocturno, es la luna que aparece y nos enseña su brillo, entre ramas salpicadas de rayos de luz soñada, entre aguas estancadas donde ranas y sapos cantan, en la escarcha del rocío donde palpitan las gotas frías. Allí refleja la luna su mágico y deslumbrante delirio. Y la sutil fragancia del olor de la noche iluminada en los ojos brillantes de los búhos grandes, en aquél argénteo arroyo empedrado que cantan sus piedras blancas, susurrando una nana, para que la luna se duerma recostada en sus aguas.
© J. Francisco Mielgo 20/02/2005
24/06/2024
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