Un cuento con vocabulario explicado
La luna sonriente
on una gracia tremenda el niño pequeño miró a la luna, que se veía muy grande a través de los cristales de su habitación, y señaló con sus deditos a la esfera sonriente, que viajaba en el cielo:
-¡Lua! – y repitió nuevamente -: ¡Lua!
La luna le sonrió y, guiñándole un ojo, le dijo:
-Duerme, chiquitín, que vigilaré tus sueños para que no tengas miedo esta noche.
El niño debió entender a la luna pues echó una sonora carcajada y luego se durmió feliz toda la noche.
Al día siguiente, cuando despertó, ya era un adulto. Se acercó al espejo de la habitación y se miró detenidamente.
-He dormido muy bien esta noche, luna… y también todas las demás noches. Has velado todos mis sueños para que no me perturbaran nunca y así he ido creciendo y creciendo durante tantas noches.
Ese mismo día, cuando llegó la noche, se acercó de nuevo a la ventana como tantas veces lo había hecho, y allí estaba la luna, grande y sonriente. Él también sonrió, y le dijo:
-Ahora que ya soy grande miraré siempre de reojo para verte brillar en el cielo y recordaré la vez que te dirigiste a mí para hacerme feliz. Pues ya sabes, luna, que siempre seré un niño pequeño viéndote a mi lado.
Autor: J. Francisco Mielgo
29/09/2010
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Glosario:
1. tr. Inmutar, trastornar el orden y concierto, o la quietud y el sosiego de algo o de alguien. Ú. t. c. prnl. ^
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1. adj. Terrible, digno de ser temido. 2. Digno de respeto y reverencia. 3. fig. y fam. Muy grande y excesivo en su línea. ^
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