Eres tú...
res como una luminosa mañana, con tus ojos oscuros, con tu piel clara.
Eres como un embriagador sentimiento, que entras despacio en mi mente, que floreces dentro de mi pensamiento.
Eres como el agua del río en la que se mece la luna, como la perla más grande del gran tesoro de mi fortuna.
Eres como un sueño que muchas veces había soñado, y la ilusión más grande que en esta vida me ha tocado.
Eres como una suave y reconfortante brisa, el fino destello, el más cegador brillo de tu sonrisa.
Eres, amor mío, lo que más deseo, con lo que sueño, con lo que muero, amor mío, si no te veo.
J. Francisco Mielgo
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