Rima XV
endal flotante de leve bruma,
Tú, sombra aérea, que cuantas veces
voy a tocarte te desvaneces como la llama, como el sonido, como la niebla, como el gemido del lago azul.En mar sin playas onda sonante,
en el vacío cometa errante, largo lamento del ronco viento, ansia perpetua de algo mejor, eso soy yo.¡Yo, que a tus ojos en mi agonía
los ojos vuelvo de noche y día; yo, que incansable corro demente tras una sombra, tras la hija ardiente de una visión!
Gustavo Adolfo Bécquer
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