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Reflexiones para el camino
ara resolver cualquier problema, dilúyelo en alguna solución. Tener la razón y no defenderla, es igual a no tenerla.
Ni la infancia ni la edad madura, perduran.
El que pide para sí y para otros, más que pedigüeño, es dadivoso.
Cuando la mujer suspira, el hombre se inspira.
La verdad es como el oro, luce y reluce.
Por mucho que maltratemos a la tierra, nunca podremos maltratar al cielo...Allá sólo hay gente buena.
Por cada árbol derribado, existe la remota posibilidad de convertirse en libro, y transforme su oxigeno vital para el organismo, en oxigeno vital para el alma.
Dios es un celular de última generación, nunca pierde cobertura por muy inhóspito que sea el lugar donde nos encontremos, y responde al primer llamado.
Cuando algo no nos interesa, perdemos destrezas
Hay quienes avanzan y avanzan y el camino se les hace más largo; Claro, van en reversa.
Quien toca la puerta antes de entrar en su casa, algo pasa.
La mayoría, en tiempos de confrontación, corre para evitar la pelea... La única que corre y aviva la contienda, es la sangre.
El hambre es como Jesucristo: Vive con los pobres, y por mucho que la maten, siempre resucita.
Los volcanes no so más que montañas rebeldes
Las ventanas son puertas especiales por donde no podemos pasar arrastrando los pies. Para atravesarlas físicamente hace falta un esfuerzo adicional.
Las ventanas son puertas por donde salen las miradas.
Abre la puerta y sal en busca de la libertad, pero ciérrala al salir, no vaya a ser que quieran entrar algunos liberados.
Para el Juez Divino, la Jurisprudencia siempre es vinculante.
Si no apresas la presa, no es presa.
Si el Este es tu norte, seguramente vas en busca del sol.
Muchos delincuentes cumplen su condena de libertad para obtener de nuevo su ansiado encarcelamiento.
A veces Lo intrascendente trasciende.
Ambos zapatos están condenados a transitar el mismo camino, incluso soportando la misma carga.
Con frecuencia solemos tener una lupa en nuestra sensibilidad que nos hace magnificar nuestras desgracias.
Si dormiste y tuviste un sueño...Despiértate y hazlo realidad.
No dejemos todo al espejo, proyectemos nuestras vidas con acciones y hechos.
El tiempo es un peluquero desastroso, si no tumba el pelo, entonces lo decolora.
El amor no duele, cuando comienza a doler, ya es desamor.
Lo más duro de escribir, es recordar lo que has escrito, para evitar las repeticiones.
Tanto esperar el futuro y cuando llega no lo vemos... Llega convertido en presente.
No por nada buscar, habrás de pensar, que nadas habrás de hallar.
No debe haber personas más hacendosas que las brujas; siempre andan barriendo.
Cuando corras tras un sueño sé prudente, no vaya a ser que éste se detenga, y lo hagas añicos cuando choques con el.
Cuando las nubes se secan, la tierra también.
Si quieres ser puente debes abarcar ambas riberas, porque si te detienes a medio tramo, no te llamaran puente; te llamaran muelle.
Cuando entro en confrontaciones inútiles, hago un alto en el camino, y siento el deber de alejarme para dar la razón a la contraparte, aunque esto no agregue nada a lo estéril del asunto.
Lo mejor para mi no es lo mejor para otros; eso es lo mejor.
Hay amores tan sensacionales como el periódico. La sensación les dura un día.
Aunque no sepas si vas a llegar, parte.
Dios es tan grande, que para darle cabida en nuestros corazones debemos agrandarlo.
Cada huevo depende de su cáscara.
La única manera de realizar un sueño, es que te acuerdes de él.
Para mantener las manos llenas, es menester abrirlas.
Los momentos de angustia son las mejores tijeras para cortar las alas del tiempo y evitar que las horas pasen volando.
Aunque los minutos caminen, las horas vuelan.
Una montaña no es más que una planicie que se rebeló a seguir a ras del suelo.
Para caminar juntos por el mismo sendero. Sólo hace falta que me des una mano. Si me das las dos seguramente nos detendremos.
Muchas veces cuando alguien te dice que exageras, exagera.
Solo los aduladores pueden ser adulados.
Por muy elevada que sea tu posición, siempre estarás bajo el sol.
Las ideas regresan a nuestra mente, como los salmones al río... Con la única misión de reproducirse.
En una confrontación sin sentido, nunca habrá ganadores.
Hay gente tan ingenua que para evitar que sus castillos se destruyan con un movimiento sísmico, toman sus previsiones y los construyen en el aire.
Por muy desconocido que seamos, siempre habrá alguien que nos conozca.
La vida es como un río y nosotros como piedras arrastradas por él. Por mucho que andemos de ribera en ribera, llegará el día en que nos quedemos tranquilos en su fondo arenoso, mientras el río siga su indetenible marcha arrastrando piedras nuevas.
Antes de emprender vuelo, asegúrate antes de saber cómo aterrizar.
Los hijos son como caracoles que lanzamos al mar de la vida. A veces maltrechos por el oleaje suelen ser arrastrados a nuestras orillas. Allí estaremos siempre para recibirlos.
Quien convence, es quién vence.
El tiempo, la constancia y el esfuerzo son partes de mi capital... A veces cuando pienso que he perdido el tiempo, siento que me estoy descapitalizando.
Mientras más me conozco, más quiero conocerme.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
24/04/2010
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