Préstamo, no dádiva
a vida me ha dado tanto y por ello le estaré eternamente agradecido.
Me dio la oportunidad de vivir, de ver, de tocar, de oír. Tantas y tantas cualidades me ha regalado, que no hay manera de que pueda pagarle.
Estoy en deuda con la vida, me ha dado demasiado… Sólo que a la vida nadie le ha dicho que es de mala educación, dar algo para quitarlo después. Al parecer nadie le hizo mención de la sentencia popular que he venido escuchando desde niño, de aquello que dice: “Lo que se da no se quita”.
La vida misma me ha ido quitando lo que una vez me dio, mi agudeza visual y auditiva han ido mermando, cada cosa que me ha dado la vida, poco a poco me las irá quitando, incluso la vida misma.
De todas maneras le estaré agradecido, por haberme prestado todas esas cualidades que una vez por ingenuo creí que eran mías.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
19/01/2010
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